ABRIENDO BOCA - T9 - [NOTICIA SEMANAL 5] ( 557 PALABRAS)

El cuadro xeneize afronta una nueva temporada con la ilusión de un niño. Deseando cantar en las grdas, los nuevos triunfos de su equipo, esa escuadra de la que se sienten tan orgullosos que no paran de repetirlo en su himno.
Entre bufandas, humo y banderas, ya lo dicen sus seguidores con los cuerpos generalmente en todos os encuentros, parcialmente desnudos, sudorosos, que no paran de botar ni de alzar sus brazos en movimientos que se acompasan al ritmo armonioso del grito de guerra, de su himno, y en la bombonera solo un cantico se escucha en todo el graderío, no parecen sesenta mil espectadores sino uno solo, uno que ruje, haciendo que todo el graderío lata, comenzando por el fondo, y extendiéndose por cada asiento, como si se tratase de una ola en el mar, y en pocos segundos hasta los hinchas más pequeños afloran sus sentimientos y lo aclaman en su himno:

Bostero soy,​

y Boca es la alegría de mi corazón.... ​

Boca es el sentimiento, ​

Boca es la pasión más allá de toda explicación. ​

Los seguidores Bonaerenses son guerreros, guerrilleros argentinos que no van a dar ni un partido por perdido hasta que el árbitro señale el final, son guerreros desde antes de nacer y como ellos mismos dicen, hasta muertos seguirán animando a su equipo.

Justo antes de que el colegiado pite el inicio de un nuevo encuentro, solo un grito se oye, el mismo que se pronuncia justo después de que el balón cruce la línea de meta y se acelere el climax, exaltando la euforia:

Dale dale dale dale dale Bo ​

Dale dale dale dale dale Boca ​

Dale dale dale dale dale Bo ​

Dale dale dale dale dale Boooo... ​

Vos sos mi vida, vos sos la pasión ​

que llevo adentro de mi corazón... ​

Entre los canticos más radicales que se pueden escuchar en las gradas de la bombonera, no pueden faltar los que hacen alusion al eterno rival, al River Plate, bien con el nombre del equipo o bien con el apodo con el que son conocidos los seguidores del River entre la afición de Boca, en el himno se pueden escuchar desde unos insignificantes:​

​

“las gallinas no nos ganan nunca más”,​

pasando por :

​

” River, yo tengo un cagazo​

que esta cancha de mierda ​

se venga para abajo…”​

Acabando en un cantico extremo:

“Vamos a quemar el gallinero, ​

a matarles al tercero​

y la vuelta vamo' a dar...”​

​

Pero el himno, nos marca una declaración de intenciones, en la que se expresa que pase lo que pase, aunque el deseo de la afición es celebrar las victorias con su equipo, no van a darles de lado en los tiempos en que las derrotas sean lo más común, esto lo pudimos apreciar la temporada pasada, y ver como en el graderío se pasó de a euforia del ascenso, del climax de jugar la máxima competición europea, a una de las mayores decepciones deportivas como puede ser el descenso de categoría, pero aún así, el xeneize no dejo de acudir al estadio, de viajar en los desplazamientos y de animar, de gritar, de hacer latir en cada segundo a la bombonera y tratándose de convertirse en el jugador número doce:

Yo soy de Boca Señor, ​

cantemos todos con alegría ​

que aunque no salgas campeón ​

el sentimiento no se termina... ​

​

​

(557 PALABRAS)​