Prensakos - La incursión de Alelele en la Superliga - Noticia especial

LA INCURSIÓN DE ALELELE EN LA SUPERLIGA​

Muy buenas tardes, mi nombre es Alejandro Cabrera Betancor y me presento ante los lectores del diario deportivo Prensakós como jefe de prensa del conjunto griego. Utilizaré como herramienta este periódico para tenerles al tanto de todo lo que acontece con el Olympiakos FC. Por lo que la línea de la editorial será claramente rojiblanca. Al ser estas una de las primeras líneas que redacto (la primera noticia fue la enviada la semana pasada del comienzo de liga), me gustaría darle la importancia que se merece y emplearlas en contarles la historia de Alelele en la Superliga.

Alelele tiene un hermano mayor, Mojito, también entrenador de fútbol que desde su infancia siempre ha mantenido una rivalidad sana con él en todo lo deportivo. Empezaron jugando a las chapas en la niñez, continuaron llevando ese pique sano al terreno de fútbol en los conocidos partidos de “los jueves de Valseca” y en esta etapa de madurez, su hermano mayor comenzó una nueva aventura como entrenador del FC Bordeaux en una liga de fútbol internacional llamada Superliga en la que llevaba algunas temporadas inmerso en ella pero no terminaba de encontrarse con su mejor fútbol. Se dio cuenta de que no tenía en esa liga su mayor competencia (su hermano Alelele) y decidió coger un vuelo a su ciudad natal para convencer a su hermano de que compitiera contra él en la superliga para así sacar su mejor versión. Cuando aterrizó en tierras volcánicas, corría el sol por la costa grancanaria de La Garita, mientras el mister Alelele disfrutaba con sus amigos de un día de playa y unos “Guanijei” (término del léxico canario que significa cuba libre). Ya es conocido por todos, la fama de fiestero con la que tachaban a Alelele su mayores críticos. A pesar de ello, el no se esconde y le es indiferente la presencia de paparachis más propios de programas del corazón que de periodistas deportivos. Mojito, conocedor de los gustos de Alelele, llevó una botella de ron Santa Teresa Gran Reserva para conquistar el paladar de su hermano y se unió al día de playa. Se rumorea en el barrio gariteño que cuando los dos hermanos se juntan no hay quien los pare… cuando ya empezaba a anochecer, con la marea baja y con algunos “guanijeis” ingeridos. Mojito retó a Alelele a un partido de fútbol en la playa como hacían antaño. El reto consistía en que si Mojito ganaba a su hermano, este tendría que aceptar una oferta para entrenar al Olympiakos que había conseguido el representante de Mojito (Rafael Cabrera, su padre). Mojito se hizo con la victoria aprovechándose del mal momento físico por el que atravesaba Alelele con sus problemas físicos de tobillos. Y como no podía ser de otra manera, un hombre de palabra como es Alelele, aceptó la oferta. La verdad que la oferta tenía varias lagunas. El sueldo no era mucho y el equipo estaba plagado de jugadores viejos. Alelele aceptó sin problema el salario, pues aun no ha hecho nada grande y no podría exigir demasiado, pero no le hizo mucha gracia la plantilla con la que contaba el Olympiakos y puso una cláusula innegociable. La cláusula consistía en que no solo quería llevar la parte deportiva sino que también se quería hacer cargo de la parte administrativa. Y quería libertad para hacer y deshacer en cuanto a fichajes. El club no puso impedimento a esta parte del contrato y aceptó sin problema alguno las condiciones. En Grecia ilusionaba el nombre de Alelele, sabían que no había echo nada a día de hoy, pero era una apuesta de futuro. Un entrenador joven que apuesta por el buen fútbol y que le gusta tener en su equipo a jugones sobre todo jóvenes y comprometidos con la causa. Mojito estaba contento por haber convencido a su hermano menor, pero a la vez le horrorizaba la idea de que Alelele le ganara la partida en la Superliga y en su casa pasara a un segundo plato. Alelele, optó por tener como representante a su madre, Pepa Betancor. Una auténtica negociadora que iba a hacer lo imposible por mejorar las condiciones del contrato de su hijo, conseguir patrocinadores e incluso controlar la mala vida que a veces llevaba Alelele.

Hasta aquí el comienzo de Alelele en la superliga, espero que les haya gustado y lo que viene ya lo han podido ver con los resultados que ha obtenido el Olympiakos. La primera temporada en cuanto a puntos se refiere la verdad que no obtuvo demasiados y solo logró la permanencia, pero el equipo lo reformó totalmente y ha ganado en calidad, edad y sacrificio. Por eso este año el objetivo es algo más ambicioso pero no menos humilde (aunque parezca contradictorio). Este año Alelele se ha marcado como objetivo la zona templada. Aunque se va a hacer todo lo posible para llegar a lo más alto.

Alejandro Cabrera Betancor, jefe de prensa de Prensakos.


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